Al hablar de los dispositivos potinpot, cabe destacar que la refrigeración utilizando recipientes cerámicos porosos no es un invento moderno. El ser humano lleva milenios usando este tipo de recipientes para el transporte, almacenamiento y conservación de alimentos. En Egipto se conservan pinturas del 2500 a.C. en las que se puede ver el uso de estos sistemas.
Pero si pensamos en recipientes cerámicos porosos para refrigerar, sin duda el más conocido en nuestro país es el botijo. Este tipo de vasijas, tan común en nuestra geografía, ha acompañado a los agricultores y ganaderos de la península en los días de trabajo desde hace siglos, manteniendo el agua fresca en verano gracias al proceso de enfriamiento por evaporación.
Otro ejemplo del uso que se le puede dar a este proceso termodinámica lo vemos en la India, donde los recipiente de este tipo, llamados zeer en árabe, se usan desde hace siglos. Allí, un grupo de investigadores de la Universidad de Agricultura de Punjab han estado trabajando en posibles mejoras de estos sistemas de refrigeración. Esta mejora consiste en añadir a unos almacenes de barro que son comunes allí una doble pared de ladrillo, para después rellenar el espacio intermedio con arena mojada y conseguir así el mismo efecto que en los pot-in-pot.
